domingo, 15 de marzo de 2009

La era World Rally Car


Este año es el último en el que correrán los World Rally Cars en el Campeonato del Mundo de Rallyes tal y como los conocemos hoy en día, ya que mantendrán el nombre pero cambiarán las especificaciones técnicas de los vehículos.

Por eso he creado esta nueva sección del blog para hacer un repaso a lo que han sido estas 13 temporadas con estos espectaculares vehículos. A lo largo del año haré un repaso por las 10 marcas que se han aventurado a participar en los rallyes del más alto nivel con este tipo de monturas, analizando los resultados de los 22 WRCs construidos bajo esta normativa.






La normativa WRC entró en vigor en 1997 con el objetivo de facilitar la incorporación de más marcas al Campeonato del Mundo de Rallyes, ya que era menos restrictiva que la normativa anterior del Grupo A, en cuanto a los requisitos necesarios para participar con un coche competitivo en los rallyes. Con la anterior normativa del Grupo A un fabricante que quisiese tener un coche competitivo para los rallyes tenía que construir versiones especiales en las versiones de serie de un modelo determinado, dotadas de motores turboalimentados y tracción a las cuatro ruedas, lo que implicaba mucho dinero y tiempo para las marcas, que se veían obligadas a fabricar unos vehículos muy caros, que poco o nada tenía que ver con el resto de modelos de la misma gama, por lo que eran muy pocos los que se aventuraban a participar en el Mundial de Rallyes.








Con la normativa WRC se permitió a fabricantes que no contasen con vehículos turboalimentados ni con tracción a las cuatro ruedas, construir prototipos de competición partiendo de la base de los modelos de serie pero permitiendo el uso de estos dos elementos imprescindibles para el éxito en las pruebas de carretera. Además también se permitía a los equipos modificar la posición del motor, aumentar la anchura del vehículo hasta unos límites preestablecidos, equipar a los coches con unas tomas de aire más grandes en el frontal y montar alerones en la trasera del coche, sin que fuese necesario que estos elementos estuviesen presentes en los coches de calle.

Para evitar una evolución constante y un encarecimiento de los costes se estableció por norma que sólo se admitiría una evolución al año de los vehículos.







Como ven todo eran facilidades para que los fabricantes pudiesen construir los WRC sin tener que desarrollar coches de serie muy evolucionados y costosos. Por contra para poder homologar un vehículo en la categoría WRC, así como sus posteriores homologaciones anuales, el fabricante se tenía que comprometer a participar en todas las pruebas del Campeonato del Mundo de Rallyes de manera oficial.

Los primeros años de la categoría fueron todo un boom, ya que numerosas marcas se lanzaron a la construcción de los WRCs, llegándose a contar con 7 marcas inscritas en el Campeonato entre finales de los ´90 y principios del nuevo milenio. Sin embargo un exceso de optimismo por parte de los gestores del Campeonato les llevó a aumentar de manera exagerada las pruebas del calendario, llegando a tener incluso 16 rallyes puntuables, muchos de ellos en los lugares más remotos del planeta. Este hecho, unido al gran desarrollo técnico, especialmente en el apartado electrónico, que estaban sufriendo los vehículos, encareció mucho el producto, lo que lo convirtió en insostenible para la mayoría de las marcas inscritas, sobre todo las marcas pequeñas, como Hyundai, Skoda, Seat y Mitsubishi, que tenían en el Mundial de Rallyes un escenario ideal para lucir sus productos sin la necesidad de unos presupuestos desorbitados.

Las consecuencias de la mala gestión del Mundial de Rallyes, desoyendo a las marcas en lo que a la contención de costes se refiere, sobre todo en cuanto al número de rallyes y la ubicación de los mismos, las estamos pagando hoy en día, ya que sólo quedan dos marcas inscritas en el Campeonato.



A lo largo de todo este tiempo, la normativa ha permanecido prácticamente inalterada, destacando como más importante los siguientes cambios:


- En 2005 se autorizó a aumentar la anchura de los vehículos de 1770 a 1800 mm siempre y cuando la versión de serie del vehículo superase los 4.2 metros de longitud (los únicos vehículos que participaban en el Campeonato en esos momentos que no se beneficiaron de esta normativa fueron el Citroën Xsara T4 y el Skoda Fabia WRC)


- En 2006 se prohibieron los sistemas electrónicos para el control de las barras estabilizadoras. También se suprimieron los diferenciales activos delanteros y traseros, manteniéndose el diferencial central activo.


En los próximos capítulos de esta sección iré analizando marca por marca los 22 WRCs homologados y al final de año publicaré una estadística con lo ocurrido en estos 13 años de competición.


Les dejo con un espectacular vídeo de saltos, la mayoría protagonizados por WRCs: http://www.youtube.com/watch?v=J1j0NeXA3IE&NR=1

2 comentarios:

  1. Una pregunta: los WRC compiten con los coches del grupo A no? Me refiero a que no existe clasificaciones por separado, grupo A por un lado y WRC por otro o si?

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  2. Hola Manolo. Al principio de la normativa los Grupo A sí que competían contra los WRC, de hecho, Mitsubishi ganó los primeros mundiales de la era WRC compitiendo con un coche de Grupo A.
    Sin embargo desde el año 2001 en adelante al involucrarse Mitsubishi en el desarrollo de sus WRC ya todos los coches ganadores se encuadraban en esta categoría.

    Una definición muy sencilla de lo que es un WRC es la siguiente: coche de rallyes de más de cuatro metros de longitud con tracción a las cuatro ruedas y motor turbo de 2.0 L de cilindrada. En cuanto a la carrocería, la apariencia básica del coche debe partir de la de un modelo de serie del cual se construyan como mínimo 25.000 unidades al año en todo el mundo. Lo mismo ocurre con el motor, cuyo diseño original debe respetar el mismo que el modelo de serie. A este conjunto se le permite instalarse el turbo y la tracción a las cuatro ruedas, realizando las modificaciones necesarias en los bajos del vehículo y en la suspensión trasera si fuesen necesario, ya que excepto los WRC de Subaru y Mitsubishi, todos parten de modelos de tracción delantera.
    También se permite aumentar la anchura de la carrocería y poner alerones traseros (dentro de unas medidas preestablecidas) así como tomas de aire en el frontal y en el capo del coche para facilitar la refrigeración de los motores.

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