Un Campeonato que, ante la falta de marcas implicadas de manera oficial, se ha sustentado gracias a las participación de pilotos con equipos privados y al buen hacer de la Federación Española de Automovilismo que ha sabido gestionar el apartado técnico para tratar de igualar las prestaciones de los principales vehículos involucrados por la victoria, es decir, los GT y los Grupo N turboalimentados y de cuatro ruedas motrices.
Pese a que los GT, en este caso los Porsche 911 GT3, han ganado casi todos los rallyes, es un vehículo de Grupo N, el Mitsubishi Lancer EvoX, quien comanda la clasificación general del certamen. La igualdad en carrera es tan grande que ha habido tres pilotos diferentes que han logrado la victoria en los cinco rallyes disputados, habiendo subido al podium de estos cinco rallyes un total de 8 pilotos distintos.
Por contra, pese a que ha superado a su rival natural, Enrique García Ojeda, en todas las citas, excepto en la prueba de Cantabria, quizás se esperaba más de un piloto que ha corrido numerosos rallyes del Mundial, pues en los rallyes de la Vilajoiosa y de Ourense en los últimos compases perdió dos victorias que tenía casi aseguradas, en ambos casos por el mismo motivo, por una monta de neumáticos inadecuada, algo que para un piloto con su experiencia no se tendría que repetir. Es un buen piloto, pero le falta ese toque de calidad que marca la diferencia entre los buenos y los mejores, y a mí particularmente no me convence mucho, pues es un piloto que siempre ha gozado de unas grandes monturas y aún no ha ganado nada. Esperemos a ver que ocurre en esta segunda mitad de temporada a ver si es capaz de lograr su primera victoria, especialmente cuando el terreno complicado de los rallyes del norte peninsular favorezcan la tracción integral de su montura. Sergio Vallejo ha tenido un comienzo de temporada muy duro debido a las averías mecánicas en su Porsche 911 GT3. Claramente se han mostrado como el conjunto más competitivo en carrera, rodando a un ritmo casi inalcanzable para el resto de sus rivales, pero una serie de averías tontas sólo le han permitido lograr dos victorias en los dos únicos rallyes que han logrado terminar. Está situado en cuarta posición y bastante alejado del líder del certamen por lo que en la segunda mitad del Campeonato tendrá que afinar mucho si quiere alcanzar ese título que tanto merece y que tanto se le resiste. Si el año pasado luchó hasta el último tramo del último rally por ganar el Campeonato gracias a su regularida pese a que no era el piloto más rápido, este año le está sucediendo todo lo contrario. El piloto alicantino Miguel Fuster aún está en fase de adaptación a la peculiar conducción de su Porsche 911 GT3. En este comienzo de temporada ha hecho un planteamiento muy bueno de las carreras, sabiendo sus limitaciones y rodando con prudencia, atacando sólo cuando lo tenía muy claro. Ha sabido en todo momento nadar y guardar la ropa, beneficiándose en los compases finales de los rallyes de la Vilajoiosa y de las Rias Baixas de los problemas de sus rivales para lograr sus dos victorias hasta el momento. Esta táctica le ha permitido terminar todos los rallyes, excepto la última cita disputada en Ourense en el que abandonó por avería mecánica, y sumar una gran cantidad de puntos que de no ser por este abandono le hubiesen situado como líder de la clasificación del Campeonato. Está segundo, cerca de Xevi Pons y si en esta segunda mitad de temporada es capaz de sacarle el máximo partido a su montura se puede considerar un serio aspirante al título. Enrique García Ojeda y su Subaru Impreza N14 son el último ingrediente en la salsa de la lucha por la victoria final. El actual Campeón de España de Rallyes no ha tenido un comienzo de temporada fácil, pues su vehículo no se ha mostrado tan competitivo como el de la competencia y siempre ha rodado por detrás de los Porsche y de su rival natural, el Mitsubishi Lancer EvoX. La única excepción se produjo en el Rally de Cantabria en el que sobre unos tramos muy deslizantes por la lluvia Ojeda dio toda una lección de pilotaje a sus rivales logrando la única victoria no Porsche de este comienzo de temporada.
Por último reseñar que un ingrediente básico para el fomento de cualquier campeonato es la repercusión que el mismo pueda tener, y en este aspecto el Campeonato de España de Rallyes sigue fallando, especialmente en el apartado televisivo. Es imposible ver un resumen de algún rally y si las televisiones no toman la iniciativa, pues lo tiene que hacer la propia Federación. Con internet hoy en día las imágenes del Campeonato no se pueden limitar a los vídeos caseros que cuelgan los aficionados en You Tube. La Federación, en su página, debería colgar vídeos en los que se hiciese un resumen en condiciones de cada rally, con entrevistas, imágenes desde dentro de los vehículos, comentarios técnicos, y todo lo necesario para enganchar al público. Un Campeonato sin repercusión está condenado al fracaso, pues si no hay retorno no hay patrocinadores y por tanto no hay coches.