domingo, 24 de enero de 2010

Rally de Montecarlo: WRC vs IRC

Con la disputa del Rally de Montecarlo la pasada semana dio comienzo la temporada 2010 en los deportes del motor. La mítica prueba monegasca era la primera cita puntuable para el IRC, y gracias a la participación del piloto mundialista Mikko Hirvonen al volante del novísimo Ford Fiesta S2000 podemos sacar alguna conclusión en cuanto al nivel de pilotaje de los dos Campeonatos más importantes en los rallyes.
Evidentemente el Mundial de Rallyes es el certamen estrella de las pruebas de carretera, pero con el auge del IRC y la presencia de numerosos pilotos en este segundo campeonato que no han tenido la oportunidad de contar con monturas oficiales en el Mundial de Rallyes, el año pasado me surgió la duda de si quizás los pilotos punteros del IRC merecían dar el salto al WRC y que fuesen capaces de ser competitivos también allí.
Me estoy refiriendo a pilotos como el vigente campeón del IRC, Kris Meeke, o a jóvenes promesas como Juho Hanninen, por poner un ejemplo, pilotos que el año pasado superaron a pilotos con mayor experiencia, incluso con participaciones mundialistas, como Nicolas Vouilloz, Freddy Loix y Jan Kopecky a igualdad de monturas.Con la aparición de Hirvonen, subcampeón del Mundo de Rallyes en las dos últimas temporadas, y del joven Sebastien Ogier, piloto del Citroën Junior Team en el WRC, inscrito para la ocasión con un Peugeot 207 S2000 el duelo estaba servido.
Para empezar, Ford tiraba la casa por la ventana y apostaba al 100% para lograr la victoria en el rally en el debut de su nuevo modelo de competición, el Fiesta S2000, inscribiendo a su piloto estrella en el Mundial de Rallyes para no dejar nada al azar.
De todos es sabido que Mikko Hirvonen es un gran piloto, tremendamente eficaz y constante en su rendimiento, y que en asfalto está a un gran nivel, aunque todavía está un paso o dos por detrás de los pilotos oficiales de Citroën en el Mundial, Loeb y Sordo.
Aún así Mikko no falló. Logró la victoria en el Rally de Montecarlo, disputado con unas condiciones muy cambiantes de asfalto con mucha nieve y hielo en la mayoría de los tramos, corriendo con mucha cabeza en todo momento y apretando sólo cuando le hizo falta.
No sólo demostró que el nuevo Fiesta ya está preparado para ganar, sino desde el punto de vista que nos interesa en este artículo, que le nivel para ganar en el Mundial de Rallyes es mucho más alto que en el IRC, pues durante todo el rally dió la impresión de tener la situación más que controlada y no tuvo necesidad de rodar al límite para lograr la victoria.
En segunda y tercera posición terminaron los Skoda Fabia S2000 de Juho Hanninen y Nicolas Vouilloz respectivamente. El binomio que creó sensación en el Montecarlo del año pasado Hanninen-Skoda en este rally no estuvieron a ese mismo nivel, pero gracias a su gran regularidad durante toda la prueba, lograron terminar a espaldas del equipo ganador.
En cuanto a nivel mecánico la apabullante victoria de Hirvonen con el Ford, siembra una duda sobre cuál es actualmente el mejor vehículo de la categoría. Habrá que ver las prestaciones del Fiesta en manos de pilotos de nivel de pilotaje similar a los habituales del certamen.En cuanto a Peugeot, la marca que el año pasado copó el podium con sus 207 S2000, este año no obtuvieron los resultados esperados, pese a contar con un equipo muy competitivo.
Para empezar, el ganador del rally el año pasado, Sebastien Ogier, estaba inscrito con un Peugeot 207 S2000 preparado por PH Sport, el equipo con el que participa el resto del año en el Mundial de Rallyes con un Citroën C4 WRC.
El joven piloto francés hizo un rally espectacular, demostrando que su progresión durante todo el año pasado ha sido enorme. Fue el piloto más rápido del rally, consiguiendo la victoria en 7 de los 16 tramos que se corrieron. Sin embargo una salida de carretera provocada por la nieve arrojada al asfalto por los típicos imbéciles de turno le hizo retrasarse mucho. Después hizo una remontada épica, escalando hasta el segundo puesto a falta de la última etapa en la "noche del Turini" y presionando a Hirvonen por la victoria final, hasta que un fallo en el alternador del Peugeot le dejó tirado. Pero la exhibición quedó ahí.
Teniendo en cuenta que Ogier sólo había corrido el Montecarlo del año pasado, que lo ganó debido más a la constancia que a la velocidad, y que este año, después de correr en el Mundial durante toda la temporada pasada, fue el piloto más rápido del rally, vuelve a quedar patente que el nivel en el certamen Mundialista es mayor que en el IRC, sobre todo viendo que Ogier todavía no es uno de los consagrados en el WRC, aunque tiene una gran proyección por delante.El sorprendente Campeón del IRC del año pasado, Kris Meeke, en este rally volvió a las andadas. Cuando iba segundo, tras Hirvonen y después de que Ogier se hubiese salido, decidió echarle carreras a Mikko y terminó en la cuneta en el quinto tramo. La verdad que en esta comparativa con los pilotos mundialistas, para mí Meeke y Hanninen eran los referentes del IRC frente a los pilotos del WRC. Hanninen por el gran rally de Montecarlo que hizo el año pasado y Meeke porque es un piloto que en su momento estuvo en el certamen Junior del WRC, siendo uno de los pilotos que destacó en ese certamen para los jóvenes más talentosos del Mundial aunque nunca lo llegase a ganar.
Seguramente esta era su oportunidad para reivindicarse como piloto, pero falló, porque seguramente no tendrá la oportunidad de volverse a enfrentar a Hirvonen o a Ogier en igualdad de condiciones, porque estos pilotos sólo correrán el Montecarlo este año. Haber perdido frente a ellos ya era doloroso, pero encima salirte de la carretera tratando de seguirles la estela creo que aún es peor.No quisiera terminar este artículo sin mencionar la decepcionante actuación de los Fiat, entre otras cosas porque sólo había uno inscrito con un piloto puntero, Toni Gardemeister. La marca que apostó inicialmente por este Campeonato ha arrojado la toalla definitivamente debido a la falta de competitividad de su coche frente a sus rivales. Y es que la experiencia en el Mundial de Rallyes se nota también a nivel mecánico, pues la marca transalpina desarrollo el coche sin la experiencia que tenían tanto Peugeot como Skoda, y ahora Ford, adquiridas en la competición con los WRC.

Para terminar quisiera reseñar que de los 16 tramos que formaban el rutómetro del rally los pilotos Mundialistas ganaron 10 (7 Ogier y 3 Hirvonen) mientras que los otros 6 se los repartieron entre los habituales del IRC (2 Hanninen y Sarrazin y 1 Gardemeister y Vouilloz).

Queda claro que el nivel de los mejores pilotos del Mundial está por encima del de los mejores del IRC, pues les han ganado la partida en su casa. Esto no quiere decir que pilotos jóvenes como Juha Hanninen, Kris Meeke o Jan Kopecky no merezcan la oportunidad de poder participar en el Mundial de Rallyes con coches competitivos encuadrados en programas ambiciosos, pues no tengo la más mínima duda de que cualquiera de ellos pasarían por la piedra a pilotos que sí tienen estos programas por contar con una cartera llena de Euros como Henning Solberg, Matthew Wilson, Conrad Rautenbach, Al Qasim, y me guardo al "flamante" Kimi Raikkonen para darle el beneplácito de la duda (aunque creo que lo tiene "chungo" para hacer algo digno en los rallyes por muy finlandés que sea).

Esperemos que oportunidades como esta que nos brinda el Rally de Montecarlo se nos ofrezcan más a menudo en los diferentes deportes del motor que tienen equivalentes en paralelo (como MotoGP y SBK). Sólo imaginarme lo que hubiese sido ese rally con Sebastien Loeb y Daniel Sordo a los mandos de un Peugeot 207 S2000 sin órdenes de equipo y con el único lema de "mariquita el último" se me ponen los pelos de punta. Seguro que las audiencias de Eurosport hubiesen reventado, porque no puedo terminar sin darle las gracias a este canal de televisión que tuvo la "osadía" de retransmitir todos los tramos en directo.

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