domingo, 31 de enero de 2010

Los World Rally Cars de Mitsubishi

La historia de Mitsubishi con sus World Rally Cars resulta, cuando menos, curiosa. La firma de los tres diamantes fue la auténtica dominadora de la segunda mitad de los ´90 en el Mundial de Rallys, logrando cuatro títulos mundiales consecutivos con Tommi Makinen (1996-97-98 y 99) al volante de sus Evo de Grupo A; siendo la única firma involucrada en el Campeonato que no optó por participar con coches en la categoría WRC, manteniéndose fiel al Grupo A y además siendo competitiva.
Su entrada en esta categoría se produjo a finales de 2001 pero de una forma peculiar, pues pese a que su EvoVII estaba inscrito como WRC, básicamente por presiones de la FIA, era el único vehículo de esta fórmula que mantenía su carrocería exactamente igual a la del modelo de serie.
Pero lo que realmente llamó la atención de esta actuación tan personal de la firma de los tres diamantes con el paso del tiempo es que con los coches inscritos como WRC no logró, ni de lejos, ser competitiva frente al resto de marcas a las que había batido cuando participaba con los Grupo A que, en teoría, tenían menos libertad de desarrollo que las marcas que competían con los WRCs.
El Mitsubishi Lancer EvoVII inscrito en la categoría WRC, primer vehículo de la marca con esta homologación, debutó en el Rally de San Remo de 2001 para sustituir al EvoVI de Grupo A que había llegado a su tope de evolución. A ese rally llegaba el piloto estrella de la firma nipona, Tommi Makinen, empatado a puntos con Colin McRae en el liderato del Campeonato del Mundo de Rallyes con 40 puntos cada uno y a falta de cuatro rallyes para finalizar el certamen incluyendo la cita italiana.
Se esperaba que este nuevo coche sería el arma definitiva para establecer las diferencias con sus rivales y asegurarse un nuevo título Mundial. Sin embargo lo que ocurrió fue todo lo contrario. En esos cuatro rallyes Makinen sólo pudo terminar en sexta posición en Australia, sumando un único punto, siendo el mejor resultado del nuevo WRC en la temporada de su debut. Freddy Loix, con el otro coche del equipo, no fue más allá, ya que pese a que terminó 3 de los 4 rallyes, en ninguno lo hizo entre los 10 primeros clasificados.
Mal comienzo sin ningún género de dudas. Los malos resultados se debían, básicamente, a un mal comportamiento del vehículo buscándose soluciones en la aplicación de diferentes reglajes de suspensiones y transmisiones.
La temporada de 2002 se esperaba con muchas ilusiones en el equipo, pese a que Tommi Makinen había fichado por Subaru. Sus pilotos para esta temporada iban a ser Francoise Delecour y Alister McRae.
Sin embargo los problemas de la temporada anterior no se mejoraron sino que se agravaron. Mitsubishi pasó inmediatamente de pelear por la cabeza de los rallyes del Mundial a pelear por no ser los últimos de los coches oficiales frente a Hyundai y Skoda. La temporada fue un auténtico desastre, obteniéndose como mejor resultado del coche en su vida en competición el quinto puesto logrado por Alister McRae en el Rally de Suecia, siendo la única vez que entró dentro de los puntos (en esa época sólo puntuaban los seis primeros clasificados de cada rally). Además el único piloto que consiguió un scratch al volante de un Evo VII WRC fue Jani Paasonen, fichado para darle un golpe de aire fresco al equipo, en el Rally de Nueva Zelanda.
Con estos resultados el equipo Mitsubishi, que había terminado en última posición el la clasificación del Mundial de Marcas, decidió abandonar momentáneamente el Campeonato del Mundo de Rallyes para centrarse en el desarrollo del sustituto del Evo VII WRC.
Si el Evo VII WRC llamó la atención porque pese a ser un WRC mantenía las mismas formas y dimensiones que el coche de serie, el Evo VIII WRC, denominado oficialmente WRC2004, rompió con todos los esquemas anteriores, pues tanto el frontal como sobre todo la trasera del vehículo rompían con cualquier compromiso con el coche de producción del que derivaba.
El trabajo de desarrollo se llevó a cabo en el nuevo equipo de la marca, MMSP, en vez de Ralliart Europe que es quien se había hecho cargo del departamento de competición hasta ese momento. Para el diseño se partió completamente de cero y se desecharon las ideas que no habían sido útiles en el Evo VII.
Sin embargo una de las premisas era el bajo desarrollo tecnológico para asegurar la fiabilidad del conjunto para luego ir introduciendo novedades técnicas, por lo que desde el principio el coche contó con diferenciales mecánicos en un momento en el que toda la competencia contaba con diferenciales activos.
En el apartado de pilotos se contó con Gilles Panizzi para disputar todas las pruebas siendo acompañado por una serie de jóvenes valores fieles a la marca encabezados por Gigi Galli en el segundo coche del equipo.
El debut del nuevo coche se produjo en el Rally de Montecarlo de 2004 terminando Gilles Panizzi en sexto lugar y dándole al nuevo Evo sus primeros puntos en el Mundial de Rallyes. Sin embargo todo fue un espejismo y aunque parecía difícil empeorar los resultados logrados con los Evo VII, en esta temporada con el nuevo WRC se logró, por lo que tras el Rally de Alemania se dicidió cancelar su participación en las siguientes pruebas para centrarse en el desarrollo del coche.
El equipo volvió para participar con tres coches en el Rally de Cataluña, en el que el primer clasificado entre ellos fue Dani Solá, terminando sexto e igualando el mejor resultado logrado con este coche.
De cara a 2005 se adaptó la carrocería a la nueva anchura permitida por el reglamento y se decidió cancelar el trabajo de desarrollo en los diferenciales activos que serían suprimidos para la siguiente temporada. Se siguió contando con Gilles Panizzi y Gigi Galli si bien éstos últimos serían quienes se alternasen el volante del segundo Evo, quedando el primero reservado a Harri Rovanpera, excepto en los rallyes de asfalto.
La temporada comenzó de forma excepcional en Montecarlo donde Panizzi terminó tercero, dándole a Mitsubishi su primer pódium desde que entrase a participar con los WRC en el Mundial de Rallyes, logrando además sus primer scratch en un tramo.
Pese a que no lucharon por la victoria durante la temporada sí que estuvieron en los puntos asiduamente y en ocasiones se marcaban algunos scratchs, que para los resultados que se habían obtenido en los últimos años, eran muy buenas noticias para el equipo.
Pero la gran exhibición del Lancer Evo VIII WRC05 llegó en la última cita de la temporada, el Rally de Australia, en el que Rovanpera luchó durante casi todo el rally por la victoria, logrando 5 scratch y terminando en una magnífica segunda posición final,alcanzando el mejor resultado de Mitsubishi con un WRC.
A pesar de que había habido una mejora evidente en los resultados, a finales de 2005 y de forma sorpresiva Mitsubishi anunció su abandono del Campeonato del Mundo de Rallyes. Pese a que era la tercera vez en los últimos años que lo hacía, desgraciadamente esta fue la definitiva
En 2006 el equipo MMSP alquiló sus Lancer a una serie de pilotos encabezados por Gigi Galli para disputar algunas pruebas del Mundial. La más significativa fue el Rally de Suecia en el que los dos compañeros de equipos ocasionales Galli y el sueco Daniel Carlsson entablaron una cerrada lucha por el último escalón del podium, que al final alcanzó el piloto sueco por sólo 7 segundos de diferencia entre ambos, siendo el mejor resultado en conjunto de los Lancer Evo WRC en su trayectoria deportiva, pues nunca antes habían terminado dos coches en la zona de puntos.
Este programa de alquiler continuó en algunas pruebas de 2007 con Toni Gardemeister y Xevi Pons como pilotos pero por la falta de desarrollo las prestaciones cada vez eran peores y al final la marca dio la orden de suprimir este tipo de participaciones para preservar la imagen la compañía.
En total Mitsubishi disputó de forma oficial 47 rallyes del Campeonato del Mundo de Rallyes con sus dos vehículos con especificaciones WRC (20 con el Evo VII WRC y 27 con el Evo VIII WRC) logrando únicamente 2 podiums, todos ellos con el Evo VIII, y siendo el segundo puesto obtenido por Harri Rovanpera en el Rally de Australia de 2005 el mejor resultado obtenido por el equipo en esta experiencia con los WRC, curiosamente en el último rally que disputó el equipo de manera oficial. A estos resultados hay que sumar el podium obtenido por Daniel Carlsson en el Rally de Suecia de 2006 con el coche inscrito de manera privada.
Mitsubishi Ralliart Europe construyó un total de 12 unidades de su Evo VII en versión WRC para su participación en el Campeonato del Mundo de Rallyes. Del Evo VIII construyó un total de 16 unidades, siendo las dos primeras unidades de test y modificando las unidades 09 y 10 de la versión 2004 a las nuevas especificaciones técnicas para la temporada 05, básicamente aumento de la anchura de la carrocería. De la unidad 11 a la 16 ya corresponden a la evolución 05 del modelo.
Esta ha sido la historia de una de las marcas de las que más se esperaba en esta categoría que estamos repasando en este apartado del blog y que nunca llegó a alcanzar el nivel que había logrado con sus coches de Grupo A, resultando al final una de las más flojas de las que participó en el certamen en esta época del Campeonato del Mundo.

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